Tu cuello se gira solo, se bajan las
luces, coros celestiales, y ahí esta, Luis II de Baviera reencarnado en una
rubia. Hija mía, cuantos tripis se te han caído en los cereales para tener los
santos cojonazos de salir de esa guisa. Muy bien, botas y chándal, el origen de esto debe ser una apuesta.
Tenia cara de mafia del este, pero
bueno, conseguí hacerle esta foto, que aquí comparto con todos vosotros. Después
de darle muchas vueltas al asunto, intentar descifrar el motivo de tal funesto
conjunto, he llegado a la siguiente conclusión: creo que este es el precio que
Dios nos hace pagar por darnos los shorts durante el verano.
Colección invierno 13/14; las botas de Luis II de Baviera con chándal.
Truco o trato en Cinesa
La última visita a la fiesta del cine,
nos tenía reservada una sorpresa, nos regalaron un vale con el que
podríamos comprar una entrada a 4,90 durante los próximos 15 días.
Mira tu que bien, voy a ir mas al cine en una semana que en el último
año.
Bueno, llegamos a la taquilla, y
pedimos las entradicas de turno:
-Buenas, dos entradas para Condemor, el
Pecador de la pradera.
Ojo, que aquí viene el truco:
-Perdona, para poder utilizar este
vale, necesito que me enseñes la entrada con la que te lo dimos
-¿Comor?
-Sí, lo pone en las bases de la
promoción, ¿ves? Pone en la entrada que las bases están en nuestra
página web.
A claro, las típicas bases de una
promoción para ir al cine que me leo siempre para que no me la metan
doblada.
Y aquí viene el trato:
-Pues mira, no queremos las entradas.
Toma trato de la ostia.
Después, hablamos con un encargado;
nos dice exactamente eso, que en las bases de su página web pone que
es imprescindible mostrar el recibo de esos vales, en este caso las
entradas. Después de consultarlo desde el móvil, es correcto, es lo
que pone en su web.
Partiendo de la base de que sí, de que
tienen razón, uy, lo pone en las bases... menuda cafrada, gilipollez
y ganas de mosquear al personal. Si tengo el puto vale, ¿que mas te
da que yo tenga el recibo? No me dedico a imprimir vales para ir al
cine en casa; ¿que mas da si se lo doy a mi gato para que vaya él
al cine a ver la última de Gardfield?
¿A ver si lo que quieren, es que, como
ya estoy ahí, compre mi asiento al precio normal? No puede ser,
seguro que no son mala gente... ellos lo que quieren es que la gente
vaya al cine, ¿no? Pues mira, seguramente un porcentaje alto de la
gente lo haga, “como ya estamos aquí, la vemos” que hasta eso lo
tenéis estudiado, truhanes. Pues mira, no cuela, Cinesa, me piro a mi
casa a ver “Vacaciones en el infierno”, con Mel Gibson, que la
echan en Cuatro. Por cierto, menudo truñaco.
Gente de Cinesa, os habéis adelantado a
Halloween, con vuestro truco o trato.
La parrandaca del cine
La parrandaca del
cine
La gente no va al cine porque sube el IVA, dijo el señor de
las salas de cine… la gente no va al cine porque las películas son una mierda,
dijo el ministro… sois los dos retrasados mentales, les digo yo; la gente no va
al cine porque es más caro que la farlopa.
Así es amigos, sorpresa sorpresa, Isabel Gemio entra a
vuestra habitación por la puerta grande, quien lo podría pensar, que vengan losIlluminati
y se os lleven: con las entradas a 2’90 €, la gente entra al cine hasta para
ver Zipi y Zape contra Voldemor (el retorno).
Gustazo de poder volver al cine y no tener que tirarte toda
la semana hirviendo arroz para alimentarte por haber pagado la entrada. El cine es un
entretenimiento de putísima madre, y nos lo están jodiendo. Esta clarísimo, la
gente tiene muchas ganas de ir al cine, pero a precios decentes. Solo tenéis
que echar cuentas… a ver… con entradas a 9 euros, 4 personas en la sala… con
entradas a 3 euros… ostia nene, tenemos la sala a reventar, ayúdame a contar
dinero que yo solo no se contar hasta tanto. Todo esto lo he pensado yo solito,
¿en serio ninguno de los que manejan el cotarro, se lo ha planteado? Es de ser,
como mínimo, un poco cortos.
Por último, una reflexión: a ver, si ir a ver una película
cuesta lo mismo que comprármela en DVD… pues... Interneeee...; así, ni pa ti
ni pa mi.
Il criticone di merda: ¡Que me aspen! (de Joaquín Reyes)
Ya aviso, voy a poner spoilers sobre la
funcion, porque estoy muy mosca con, en mi opinión, la putisima
mierda de espectáculo que vimos. Intentaré no soltar toda la bilis
que tengo dentro, porque como lo haga, me largan de Internet.
Cada vez que Joaquín Reyes (bueno, al
menos las dos últimas veces) se pasa por Barcelona, hacemos un
peregrinaje hacia el teatro para ir a verlo. Nos encanta, nos hemos
pateado todos sus monólogos por Internet, lo teníamos en un pedestal;
el tío con mas gracia de por aquí, seguro. Cenita, whisquito,
birra, y al teatro. En la puerta, un run run “Parece que Joaquín
aun no ha llegado” “jaja, seguro que esta de parranda, o le pica
la nariz”. Bueno, ya sí, vamos para adentro.
Básicamente, el monólogo dura 10
minutos. Punto. Es lo que te vas a reír, 10 minutazos; el resto,unos
50 minutos, es para pedir que salga Chiquito de la Calzada en
pelotas; es como (spoiler) cuando el listo de la clase de dice que
los reyes son los padres (fin del spoiler), que te pones depresión
postparto.
Chistes facilones: ou yeah traduzco
canciones del ingles al castellano, que no lo había hecho nadie;
vamos a intentar hacer algo del Bárcenas, ¿hemos cantado ya hoy?
¿Sí? Bueno es igual, otra canción para Bárcenas, total, esto ya no
hay quien lo salve, mierda de la buena, ya que estamos...; seamos
originales, los reyes de lo cool (como mola Don Winslow), pillamos
los bailes de Vicentín, de la hora Chanante, y venga, que los
enchufamos también; vaaaamos que nos vamos, un mundo viejuno en
directo, ahí, a innovar a lo loco; tiramos un poquito de
Celebrities, y para acabarlo, bueno, una charla con Enjuto Mojamuto;
citando al propio Joaquín ¡no nos olíamos la tostada!
Los primeros diez minutos es lo único
decente del monologo. Y digo decente, porque los ha tenido, y
bastantes, de mejores, el resto, para rellenar, a lo fácil.
Salimos del cine super contentos y
felices de pagar 23 euricos por ver a un tío que puede hacerlo
muchísimo mejor, con la sensación de que lo ha hecho deprisa y
corriendo porque sabe que va a petar los teatros aunque salga con
martes y 13 de teloneros, porque me llamo Joaquín Reyes, lo peto,
molo mucho y soy gracioso. Pues no Joaquín, este “espectáculo”
no hay por donde pillarlo, parece la fiesta de las rentas. No solo
nosotros, las caras de la gente eran de incredulidad; “¿que mierda
acabamos de ver? Menuda mierdaca que nos acaba de colar este tío”. La canción del final decía algo así como que moría de éxito; pues
mira, es en lo único en lo que estoy de acuerdo de todo lo que vi.
Hasta ahora, a la que venia por aquí, perdía el culo por ir a
verlo; ahora si eso, nos vemos en internet.
PD: actuaste en la sala Pepe Rubianes,
un poco de respeto, cojones.
Historias inverosímiles: La historia del gitanico con las manos indoloras (que no le duelen)
Empezamos nueva sección, “Historias inverosímiles”… con la
historia del gitanico con las manos indoloras. No es que sepa a ciencia cierta
que es así (vamos, que me lo voy a inventar todo), pero viendo lo que vi… es la
única explicación. Pero no adelantemos los hechos, y vayamos con la historia:
Érase una vez que se era, en un campamento gitano a las
afueras de alguna ciudad, una mujer a punto de parir al lado de un charco de
diamante derretido…
El campamento era el típico campamento gitano, con sus
gitanos, sus caravanas, sus Mercedes y BMW’s con su segurico a todo riesgo, sin
ningún atisbo de droga, todo legal.
De repente, entró un perro chillando “ojo, que viene la
pulisia”. Jeremías, ya que este iba a ser el nombre del bebé, estaba robando
cobre en el vientre de su madre cuando escuchó el aviso; apagó raudo su
cigarro, no sin antes cortar el cordón umbilical con el mismo, y salió por
patas. Salio tan rápido, que se tropezó con la polla de su padre, que estaba
esperando a que Jeremías saliera para volver a entrar él, apoyando sus manos en
el charco de diamante derretido, convirtiéndose en el gitanico con las manos
indoloras.
Estareis pensando, ¿como se te ha ocurrido mierda de tal
magnitud? Pues bien, el otro dia estaba sentando en una terraza, esperando a
que empezara el futbol; de repente, se acercó un gitano fumando, con ganas de
tomarse una birra. Pues bien, cogió el cigarro, lo descapulló con la otra mano,
y aguanto la ceniza encendida en la palma de la mano mientras con la otra se
guardaba el piti en el bolsillo de la camisa (que tampoco se quemó). A partir
de ahí, la historia viene sola…
Primavera, te estas colando
Hace unas semanas se nos llenaba la boca “ya llega el verano”,
“ya llega el calorcito”, “vamos sacando los shorts”… a ese punto quiero llegar.
Primavera, tu antes molabas, hacías lo justo para ver florecitas, que se
jodieran los que tienen alergia al polen, que a mi me la pelan, porque yo no
tengo… pero este año te estas colando, sabes a lo que me refiero: me estas
quitando tiempo de ir en pantalón corto.
Se empezaban a ver shorts con medias,
cosa que encuentro bastante estúpida, pero bueno. Pude ver a una chica negra en
shorts, pero no se si llevaba medias o no (comentario de humor negro,
tranquilos). Además, no se como me quedaría el pantalón corto con medias;
bueno, supongo que bien, como todo lo que me pongo.
Total, basta ya de llover, o al menos, que pare de llover
los putos fines de semana, coño. Tampoco mola que haga mucho calor, pero bueno,
¿Qué tal tiempo nivel: me quiero tomar una birra en una terraza sin sudarla
antes de digerirla? Ahí queda eso.
Martes, que chungo eres
El martes, que decir del martes. El martes es un día que no mola nada. Bajo mi
punto de vista, es el peor día de la semana. “Calla tonto, el peor día de la
semana es el lunes”; pues no amigos. No nos engañemos, a no ser que seas rico,
tiene que haber un día de vuelta a la rutina, es el día de volver a estudiar,
de volver a trabajar, vuelta al inicio de la semana, ese es el lunes, ese es su cometido y para eso nos sirve. Bueno, tocará joderse.
Pero ¿el martes? ¿Qué mierda aporta el martes? Ya os lo digo
yo, lo único que aporta el martes es un camión de mala ostia, pero uno de los grandes, un puto trailer. Ya has pasado el
lunes, pero te queda media vida para volver a un día festivo, el viernes queda
a tomar por el culo, está mas lejos que la Meca. Es una sensación de impotencia que te va a
corroer por dentro, hasta que te llegue al estómago y cagues mala folla. La madre que te parió martes, como puedes dar tanto asco,
no aportas nada; como día, eres un truño de los grandes, asqueroso.
El pan de mierda
Todo el mundo conoce el chiste del pan que habla, pero hoy
no vengo a hablar de ese pan. Hoy vengo a hablar del pan que puedes comprar en
cualquier panadería, supermercado, ultramarinos (que gran palabra,
ultramarinos) de este país; no es otro que… ¡el pan de mierda!
Da igual de donde cojones provenga, si es la panadera de tu
barrio de toda la vida, una panadería carísima, un chino o un amigo paqui que
es capaz de venderte tres barras por una cabra o un camello y de regalo te
viene un cordero, es absolutamente igual, no hay escapatoria. El pan que nos
ofrecen es una puta mierda, con todas las letras. Lo compras por la mañana y
por la tarde parece cemento portland.
Pero podéis estar tranquilos, no habéis perdido el pan, aun
hay otro cambio de estado; durante la noche vendrá el duende del pan de mierda,
y lo dejará mas blando que una polla en reposo. A lo mejor si te haces un
bocadillo a las 4 de la mañana, mientras se esta transformando en chicle, lo
encuentras como recién sacado del horno, vete su a saber. Panaderos, sois un
poco cabrones.
¿Eres mas pijoteras bebiendo o comiendo?
El otro día, hablando con un amigo, nos asaltó la duda: ¿con
que somos más sibaritas, con la bebida, o con la comida? A todos nos gusta
comer y beber bien, claro está, pero, ¿con que podrías bajar más el listón?
En mi caso, lo tengo muy claro, soy mas sibarita de la
bebida, que del papeo.
¿Sería capaz de comerme una hamburguesa de un euro de
McDonald’s? Sí, rotundamente sí. ¿Podría beberme un JB con hielo estando en uso
de toda mi (vale si, poca) capacidad mental? Ni por asomo, antes, abstemio que
JB con hielo. El JB parece que tiene aromas de lejía conejo, te quema el esófago,
cuando te entra en el cuerpo, tu cuerpo lo repele, como un trasplante de hígado.
Así que rotundamente, soy mucho mas pijoteras para beber, que para comer,
aunque a un buen solomillo, nadie le hace ascos, que tontos tampoco somos. Así que ávidos lectores, os lanzo la siguiente pregunta:
¿a vosotros, que pos pone
más,una buena bebida, o una buena comida?
Podéis hacer un montón de chistes con lo de una buena comida, os lo he puesto a huevo.
Pues resulta que los leggins también tienen tallas…
Hace tiempo escribí un post refiriéndome a las tallas de las
mallas, ya que parece ser que hay gente que cree que la talla “s” es la “sexy”,
no la pequeña. Bien, con este post voy a intentar concienciar a la gente de
que, sorpresa sorpresa, los leggins también tienen su hermosa etiqueta
indicando el tamaño de la persona que puede caber dentro.
¡Cuidao! No escribo este post para meterme con la gente que
lleva leggins, ni si solo pueden llevarlas las chicas delgadas, guapas, para
marcar tipito, y que a las gordas les tendrían que regalar ponchos; eso me la bufa,
que cada uno se ponga lo que le venga en gana.
Pero por favor, un respeto, ya no a la talla, sino a los demás.
Todos sabemos a lo que nos referimos: esos leggins con su tejido diciendo “no
puedo mas, Neo-Tokio está a punto de estallar”, esas entrepiernas bien marcadas
cual boina doblada, que parecen la boca de un pescao, una pezuña de camello, la
oreja de un doberman, y cualquier símil con un coño (¿se puede decir coño en Internet?).
Por favor, cuidad esos pequeños detalles, que hay cosas de buena mañana que no
apetece ver.
Eres más malo que el telonero de Rammstein
Esa es una frase que se va a empezar a escuchar en todos los
patios de colegio de las ciudades por donde actúe Rammstein; viajemos al pasado
para investigar sobre su origen…
Este fin de semana hicimos acto de presencia en un concierto
del grupo alemán Rammstein. Como telonero había un tío que presuntamente iba a
hacer unos remixes de las canciones de susodicho grupo. Puedes pensar que eso
va a ser original, hasta que te sientas a escucharlo. Madre del amor hermoso,
que tío más malo. Si no eres capaz de hacer que bote un recinto entero de gente
predispuesta a hacerlo, es que no vales ni para contar hierva. Si chillas “fuck
the dj” para que te contesten, y no te contesta ni el efecto eco del equipo de
sonido, quizás deberías pasar de ser "el que toca antes del grupo para caldear el ambiente" a ser “el que vende las camisetas”.
Además, siendo un poco mas profundo, ¿quien lleva de
telonero a un DJ que se va a dedicar a poner tus canciones? Rammstein,
cabrones, no seáis tan cutres, pillad aunque sea un grupo de la zona, o un
yonki con guitarra. Es como si Camela se llevara de gira a Justo Molinero para
que vaya pinchando sus cd’s antes de cada concierto (¿aún da conciertos,
Camela?).
Pagar por el aire
Pero no por el que respiramos, eso de momento no han tenido
huevos a hacerlo. Remontémonos a hace un par de días Decidí que ya hacía buen
tiempo para coger la bici. Al montarme encima, la llanta besó el suelo al
instante. Goooordoooo, que estas gordoooo, adelgazaaaaa. Bueno, eso sí, también.
Pero al tocar las ruedas, parecían tetas de abuela, aquí falta chicha. Nada, no
hay problema, cojo la bici, y la llevo hasta alguna gasolinera cercana, a
inflarla.
Al llegar a la primera, no encuentro rápidamente el surtidor de aire.
Al final lo acabo encontrando, en una esquinita. Bien, ole mi polla, se acabó
el arrastrar la bici. Me voy acercando, algo no cuadra, tiene raja. Que algo
tenga raja no siempre es malo, pero en este caso, es una mierda como una
catedral. Llego, y veo las instrucciones, una monedica equivale a 5 minutos de
aire. ¡Toma ya! Me ha tocado la gorda! Puedo comprar 5 minutos de aire de
mierda para inflar una jodida rueda.
No soy de desear el mal (bueno, sí), pero
ojalá entre alguien fumando y reviente toda la gasolinera, con todo su surtidor
de aire a un euro, cabrones. Total, fui a otra gasolinera cercana y allí
estaba, el surtidor de toda la vida, con su botón de + y al lado, para
tranquilidad de la humanidad, el de -.
El camarero pesaico.
No hace falta ir al zoo para verlo, ni siquiera hay que
pagar entrada, no esta en peligro de extinción, aunque por el bien común, no
debería ni existir. El camarero pesaico suele aparecer mientras desayunándote
un bocadillo, en una comida, en esa cena con tus colegas, tomando unas birras.
Normalmente "hace chas y aparece a tu lado" en un local de moda, uno de esos que siempre esta a
reventar, donde no cabe un pelo de coño metido con palanca, y su objetivo es
claro, que aligeres (porque se comenta, que si te largan, y entran otros a
gastar, el bar en cuestión va a ganar mas dinerito).
No se sabe de donde sale, es como si la mesa tuviera un puto
airbag y dentro haya un puto camarero. El momento clave en el que notarás su
presencia, su hedor, es cuando te queda ese culillo de tu cerveza, la última patata brava
(todos sabéis de que patata brava hablo, esa que se va a llevar un quilo de salsa
para ella sola, la mas codiciada de la historia), o estas acabando el primer
plato, el segundo, el postre, el café, o el santo coño de la Bernarda. ¿Les traigo la
cuenta? No, cabrón, mejor tráenos un periódico donde salga tu esquela.
Il criticone di merda: El Hobbit
(Ojo, tiene más spoilers que una misa).
Después de cambiar las películas porno por la trilogía del
señor de los anillos, no puedo describir las ganas con las que esperaba la
adaptación del Hobbit al cine. Por fin llegó el día; sala con sonido pata
negra, putas debajo de los asientos, gafas 3d, un capazo de palomitas tan
grande que no te deja ver la pantalla, era todo perfecto. Bueno, casi todo;
lástima de la película, que es una puta mierda. Sales del cine diciendo, bueno,
no esta mal. Con el paso de los días, ese “no esta mal” se degrada hasta el
estado “puta mierda”, estado en el que me encuentro ahora mismo.
Para empezar,
cuesta acostumbrarse al tema de que esta grabada mas rápida, o no se que;
escena de enanos Benny Hill. Bueno, es igual, mi ojo hace un esfuerzo, se
adapta.
Seguimos con una película que, ejem, no es la fiesta del
dinamismo. La sensación que te deja la película se puede resumir en la primera
media hora de metraje, sería algo así:
Ey, ha picado un enano a la puerta, pues muy bien. Jaja, que
gracia, otro enano en la puerta. Ey, ahí viene otro… Peter Jackson, te estas
colando con los enanos, le vas a quemar el timbre a Bilbo. Bueno, ya tenemos a
los umpa-loompa sentados en la mesa. Ahora viene la escena, creo que esta es la
manera en la que Jackson la adaptó:
-Peter Jackson, ¿A que no hay huevos de hacer una canción de
mierda?
Si amigos, una canción, pero una de mierda. Ojo, en los
libros cantan, y me parece estupendo, pero es que en la película parece un karaoke
japonés, vergüenza ajena de la buena. La sensación que da toda la película es
esa, "vamos a alargar un libro que es mas corto que cualquiera de la trilogía de
“el señor de los anillos”, a ver si montamos tres películas".
Eso si, la escena de Gollum vs Bilbo es un pajote en toda
regla, para que vamos a negarlo, pero por lo demás, te deja mas frío que la
comunión de Pingu.
Como mola que cobren por mantener la cuenta.
Estas en Internet, después de visitar tus páginas de
cabecera, te armas de valor y dices, bueno, vamos a ver como vamos de panoja en
el banco. Vas a su página web, usuario, contraseña, grupo sanguíneo, DNI de
tres ramas diferentes de tu árbol genealógico, bla bla bla, y entras, venga, la
fiesta del negativo. Whisky, fiesta, comer fuera, todo correcto.
De repente,
surge, cual puta en curva de carretera, un gasto que no mola; que se abran las
puertas del infierno, el gasto del diablo, ahí lo tienes, el temido “mantenimiento
de cuenta”.
Pero, realmente, ¿qué engloba el susodicho mantenimiento de
cuenta? ¿Cuando metes la libreta en el cajero le hacen unos mimitos, te quitan
los pliegues de las hojas? Y la principal preocupación mundial: ¿te limpian la farlopa
cuando metes la tarjeta de crédito? Eso es así, bueno, a medias. La limpian,
pero luego se la meten ellos, porque solo alguien enfarlopado hasta el ojete
puede decidir cobrar un mantenimiento de cuenta, panda de hijos de puta, dan
ganas de tener el dinero debajo de la baldosa.
Cervezas del mundo: la barata del Lidl
También conocida como la barata del
Eroski, la barata del Carrefour, o la barata de “insertar nombre de
cualquier centro comercial”; aunque todo el mundo acaba hablando
de ella como: la birra de las barbacoas. Si amigos, esa birra que te
permite beberte 5 litros y dar negativo en el control de alcoholemia
que hay en la puerta del sitio donde estés haciendo la barbacoa.
Bébete la misma cantidad de Voll-Damm; el alcoholímetro será
seguramente el menos de tus problemas, pedir el transplante de hígado
empezará a ser una realidad palpable.
Si algún día tenéis que organizar un
concurso de bebedores de cerveza, nunca lo hagáis con esta, o
comprad trofeos para todos. Cuando llegue vuestro amigo el flojeras,
le podréis decir “eres mas flojo que la cerveza del lidl”.
No hablaré de ella como si fuera una
crítica de birra normal, porque es criticable hasta la lata; podría
empezar con… presenta un cuerpo…. que va, que cojones, si no
tiene. No tiene cuerpo, no tiene sabor, no tiene alcohol, pero eso
sí, que nunca falte, porque una barbacoa sin ella, es una puta
mierda.
La ensalada de pasta, no cuenta como ensalada…
… y con salsa rosa, menos todavía.
-Ay, no se como es que estoy gordo, si cada día como ensaladica.
-A ver, haz una, vamos a ver que le has puesto.
-Ok, pongo el agua a hervir.
Claro que sí, mezcla un kilo de macarrones con un poco de
verde, se transforma en ensalada y ¡alehop!, a adelgazar, tunante, has engañado
a las calorías de nuevo. Ahora un poquito de beicon…joder, mira mira, como me
baja la barriga, le voy a poner un poquito de queso de cabra; ostia puta, que
sano me siento.
No amigos, la ensalada de pasta no es la ensalada mas sana del
mundo, que le vamos a hacer, avisados quedáis.
-espera espera, que todavía no esta acabada, pásame la
mayonesa y el ketchup, que esto sin salsa rosa, no hay quien se lo coma.
-Ole tu polla.
Si está buena cagando, está buenísima
Esta tarde, entre resumen y resumen de
fútbol, han empezado los anuncios. El mando estaba a la inalcanzable
distancia de “mas lejos de lo que puedo llegar mientras cualquier
parte de mi cuerpo toque el sofá”, así que los he visto.

Lo primero que ha pasado por mi mente a
sido una imagen de lo que vendría a ser Natalia Verbeke cagando,
seguido de “que baje Dios con un paquete de klennex y lo vea, esta
tía esta buena hasta liberando a Willy”. Le he seguido dando
vueltas a la cosa, al principio con una gran reticencia a mi idea,
que puede ser considerada como enferma. Pero bien pensado, creo que
puede llegar a ser el mejor medidor de belleza del mundo. Si una tía
esta buena cagando, sin lugar a dudas, está buenísima.
Il criticone di merda: The postman, mensajero del futuro.

Cada vez que Kevin Costner anuncia una nueva película, el mundo se sumerge en una espiral de depresión hasta que puede ver su nueva obra de arte; pues bien, después de una larga espera, por fin llega a nuestras carteleras la última creación del gurú del cine, el inimitable Sir Kevin Costner; The Postman, mensajero del futuro. Largas colas en los cines, gente durmiendo en las taquillas durante las últimas semanas, para no perderse esta proeza del séptimo arte.
The Postman se basa en la biografía del propio Kevin Costner, que salvó al planeta Tierra, un mundo post-nuclear, de las garras de un dictador, hasta conseguir el mundo que ahora conocemos.
Después de la guerra gran guerra nuclear entre los defensores de las alitas de pollo del Kentucky crujientes y las originales, el mundo se sumió en una profunda depresión, dando lugar a un mundo apocalíptico. La mayor parte de la superficie terrestre era como La Cañada Real, y la gran mayoría de habitantes del planeta se dedicaba a vender La Farola. Después de pegarse una tuña, Kevin Costner se encuentra un traje de cartero, y unas cartas, y se hace cartero. Menos mal que no se encontró un disfraz de travesti, porque la historia hubiese sido muy diferente.
Ese es el punto de partida para una fascinante epopeya de aventuras, donde Kevin Costner se come cada escena, entraremos en una vorágine de aventuras de la que no querremos salir. Cualquiera de los fotogramas de esta película podría reemplazar al Gernika de Picasso; Rembrant se come las mierdas de Kevin Costner.
Cada detalle, encarna el amor por el séptimo arte de Kevin, que se ha encargado de todo en este filme, todos los personajes de la película los hace él mismo, con lo que la academia ya esta barajando la posibilidad de darle un oscar por cada personaje de los que interpreta en la película.
No existen palabras en el diccionario para describir la majestuosidad de esta película, si alguien lleva el DVD a tu casa, te darán ganas de quitárselo, id a verla, aunque tengáis que vender vuestro ojete para conseguir una entrada.
“La película en
la que me baso para escribir mis guiones” – Quentin
Tarantino
“Kevin Coster es el hombre en el que pienso cuando grabo una
escena” – Sasha Grey
“Elegí a Brad Pitt porque Kevin me rechazó” – Angelina Jolie
“Con The
Postman, se ha alcanzado el cenit del cine” – James Cameron