Dover, hay que tenerlos bien gordos


Estaba yo tranquilamente escribiendo mi columna diaria para un conocido periódico de nivel estatal, mientras escuchaba Spotify. De repente, toma, un anuncio. Nuevo disco de Dover, oh mi God!. Después del truñaco disco festivo que supuso su anterior trabajo, llamémosle trabajo, llamémosle puta mierda, he decidido darles una nueva oportunidad. He ido corriendo a la tienda de discos más cercana, con intención de comprármelo, como todos los discos que tengo en casa. Al recordar que en mi ciudad no hay ninguna tienda de discos, ni cercana, ni lejana, he escrito Dover en el buscador del Spotify. Ahí estaba, Dover I Ka Kené. Bueno, no es lo mismo que Devil Came To Me, pero no juzguemos todavía solo por el nombre del disco.

En que momento se me ocurrió no juzgar por el nombre del disco; al darle al play una diarrea sónica ha inundado mis orejas, que aun no han parado de sangrar. Espero que el que os pasa los tripis os devuelva el dinero, porque creo que es el peor disco de la historia, de la historia en general, no de la vuestra.

Dover, vosotros antes molabais, en serio, no se que os ha pasado, y porque Dios os castiga con estos discos que estáis sacando últimamente, pero de verdad, dedicaros a otra cosa, o al menos no os anunciéis, copón.


Machete: jodiendo al mexicano equivocado, puñetas


No nos vamos a engañar, esta película no pasara a los anales de la historia como una gran obra de arte y ensayo; es más, ni pasará a los anales de la historia. Pero da lo que promete, y anda que no promete. Sangría, mamellas, vísceras, violencia y situaciones chorras; todo esto es lo que promete, y te lo da todo, y en altas dosis. Danny Trejo tiene una cara muy chunga, y eso mola. y no solo me mola a mí, le mola a todas las tías de la peli, porque se zumba hasta a la apuntadora. Salen actores de otras épocas, que cojones, si sale hasta Don Johnson. Mención aparte para el malo maloso de la película, interpretado por el actor que se ha comido a Steven Seagal, porque por los clavos de Cristo, como se puede estar tan fondón. Mención aparte de la mención aparte merecen dos de las actrices protagonistas, Jessica Alba y Michelle Rodríguez; cada vez que salían en pantalla, los acomodadores del cine repartían canoas para navegar por los ríos de baba que caían por la sala donde se proyectaba la película. En resumen, película para verla, si se puede, y si es posible, acompañado del mayor número de gente que se aventure en el visionado de este homenaje al cine de serie B.

PD: puñetas