Birrita caliente marchando


Sales de currar, hace más calor que follar en un plástico; en tu mente, un solo pensamiento, una sola dirección. Eso es, quieres una birrita bien fría, de esas con trozos de hielo creados por Dios, por una nevera, o por temas de condensación y demás historias que te importan cuatro mierdas bien gordas. Tu objetivo es claro, apartas a la gente, empujas niños escaleras abajo, escaleras arriba, te la pela totalmente. Por fín, te metes en un antro cualquiera “jefe una birra bien fresquita” “Marchando”. Miras la cerveza con recelo “no esta sudando”, piensas. Y al primer trago, horror, holocausto, masacre, genocidio, ganas de matar aumentando, Pepe del Madrid entrando a tu casa a las tres de la madrugada. Efectivamente, te han puesto una puta cerveza caliente, se acabó lo que se daba, ibas a echar el polvo de tu vida, pero has tenido un ataque de disfunción eréctil, esto ya no hay quien lo levante.
“Jefe, esta birra está caliente, vamos, que está para echarle el fideo”. “Joder, pues si es de las del fondo de la nevera”. Total, te acabas tu birra caliente, y te vas para tu casa, abatido, a llorar como una nena. Recordad amigos, hay dos cosas que a nadie le gustan calientes, las birras y las mujeres de mas de 100 quilos.

Lo siento, Seasick Steve mola más que tú.


De verdad, lo siento, no pasa nada, te pasa a ti, me pasa a mi, y también le pasa a Brad Pitt;  nos incumbe a todos, este tío mola mas que nosotros, que le vamos a hacer, no se puede luchar contra los elementos. Seasick Steve tiene más años que el molde de la Barbie, es mas viejo que el chiste del coñac la parra. Si te lo encontraras por la calle, no cambiarias de acera, cambiarias de ciudad, de país, te saldrías del euro, aunque bueno, eso es lo que queremos todos, y te cambiarias el nombre. Pero eso sí, cuando coge una guitarra, hecha por él, con cadáveres de banqueros, es para callarse, abrir bien los oídos, correrse y no echar gota. Dicen que si le pones un disco suyo a una chica en la primera cita, cae rendida a tus pies, y si por lo que sea no le gusta, al ser una chica ingrata, le revienta la cabeza. Sus discos son para comprarlos y matar con ellos a todos los cantantes actuales de música de rápido consumo. Que sepáis que para mi entierro quiero que haya litros de Jack Daniels y que suene este tío a toda mierda.
Aquí os dejo un vídeo, tocando con dos sartenes, y una escoba; que lo disfrutéis.