Ya aviso, voy a poner spoilers sobre la
funcion, porque estoy muy mosca con, en mi opinión, la putisima
mierda de espectáculo que vimos. Intentaré no soltar toda la bilis
que tengo dentro, porque como lo haga, me largan de Internet.
Cada vez que Joaquín Reyes (bueno, al
menos las dos últimas veces) se pasa por Barcelona, hacemos un
peregrinaje hacia el teatro para ir a verlo. Nos encanta, nos hemos
pateado todos sus monólogos por Internet, lo teníamos en un pedestal;
el tío con mas gracia de por aquí, seguro. Cenita, whisquito,
birra, y al teatro. En la puerta, un run run “Parece que Joaquín
aun no ha llegado” “jaja, seguro que esta de parranda, o le pica
la nariz”. Bueno, ya sí, vamos para adentro.
Básicamente, el monólogo dura 10
minutos. Punto. Es lo que te vas a reír, 10 minutazos; el resto,unos
50 minutos, es para pedir que salga Chiquito de la Calzada en
pelotas; es como (spoiler) cuando el listo de la clase de dice que
los reyes son los padres (fin del spoiler), que te pones depresión
postparto.
Chistes facilones: ou yeah traduzco
canciones del ingles al castellano, que no lo había hecho nadie;
vamos a intentar hacer algo del Bárcenas, ¿hemos cantado ya hoy?
¿Sí? Bueno es igual, otra canción para Bárcenas, total, esto ya no
hay quien lo salve, mierda de la buena, ya que estamos...; seamos
originales, los reyes de lo cool (como mola Don Winslow), pillamos
los bailes de Vicentín, de la hora Chanante, y venga, que los
enchufamos también; vaaaamos que nos vamos, un mundo viejuno en
directo, ahí, a innovar a lo loco; tiramos un poquito de
Celebrities, y para acabarlo, bueno, una charla con Enjuto Mojamuto;
citando al propio Joaquín ¡no nos olíamos la tostada!
Los primeros diez minutos es lo único
decente del monologo. Y digo decente, porque los ha tenido, y
bastantes, de mejores, el resto, para rellenar, a lo fácil.
Salimos del cine super contentos y
felices de pagar 23 euricos por ver a un tío que puede hacerlo
muchísimo mejor, con la sensación de que lo ha hecho deprisa y
corriendo porque sabe que va a petar los teatros aunque salga con
martes y 13 de teloneros, porque me llamo Joaquín Reyes, lo peto,
molo mucho y soy gracioso. Pues no Joaquín, este “espectáculo”
no hay por donde pillarlo, parece la fiesta de las rentas. No solo
nosotros, las caras de la gente eran de incredulidad; “¿que mierda
acabamos de ver? Menuda mierdaca que nos acaba de colar este tío”. La canción del final decía algo así como que moría de éxito; pues
mira, es en lo único en lo que estoy de acuerdo de todo lo que vi.
Hasta ahora, a la que venia por aquí, perdía el culo por ir a
verlo; ahora si eso, nos vemos en internet.
PD: actuaste en la sala Pepe Rubianes,
un poco de respeto, cojones.