Hay que tener maldad…

…para aparcar como semejante hijo de la gran puta. Te levantas por la mañana, para hacer deporte; pensaba que la constitución lo prohibía, pero como no, de vez en cuando te levantas y te vas a la piscinica un rato, a disfrutar. Llegas con la cara de felicidad propia de un recién levantado, sonriéndole al día. Es tan pronto que la trampera mañanera te da en el coche, cuando ya llevas un rato despierto.
Venga, hay que aparcar. Ahí no hay sitio, vaya, ahí , ampoco,… seguiremos buscando,… mira mira, aleluya, ahí hay sitio. Mi polla en tu boca con sal gorda; si que hay sitio si, pero un puto desgraciado, hijo de mil leches, ha decidido que teniendo sitio para él, a los demás nos pueden ir dando bien por el culo. Bueno, claro, es un coche grande, no debe caber el pobre. Un Mercedes clase A, que eso no es ni un coche, es un Tamagotchi, ¡es el coche de la gente que no folla en el coche porque no se puede!

Ojalá venga alguna buena persona, alguien con dos dedos de frente, con un Monster Truck y te reviente el coche entero, contigo dentro, porque amigo, es lo que te mereces.