Sentarse en la taza del váter, y que este caliente.


“No llego, no llego, joder, cerremos esfínter, que nadie pase por la compuerta, donde hay un lavabo, necesito meter a Obama en el despacho de la casa blanca”; ¿cuantas veces has tenido esta sensación, amigo lector? La calle esta llena de bares donde no te dejan cagar sin consumir, la madre que los parió. De repente, un restaurante de comida rápida, esta es la mía, alabados sean los dioses. Bajas las escaleras hacia el lavabo, te cruzas con alguien con cara de satisfacción, sin caer en la cuenta de que viene de hacer lo que te dispones a hacer tú.
Cuando te dispones a posar tu culo en el váter, cuando la distancia culo-taza se va acortando, notas que hay algo que no va bien; la temperatura de los cuerpos no es correcta. La parte que debería producirte escalofríos, tiene una temperatura más próxima al Sol que al polo norte. Sabes quien ha sido, ese tipo con cara sonriente con el que te has cruzado en las escaleras. No tienes otra opción, después de cagar, debes localizarlo y acabar con su vida, ha jodido uno de los mejores momentos del día, el de sacar el aguijón después de notar el frío polar en tus nalgas.

Las camiseticas de manga ancha


Ya las tenemos aquí, el tío que inventó los shorts se ha cansado de ver piernas y pezuñas de camello, así que estaba el otro día en su casa y dijo, “ya lo tengo, este año quiero ver mamellas, voy a hacer unas camisetas con manga ancha sobaquera, si llaman, no me paséis a nadie”.
A las dos horas el tío ya estaba reunido con el jefe de producción de Bershka, que debe ser el Duque de Feria, con la camiseta puesta. “Si se la pone una tía, el tema mejora”. “Eso espero", dijo el señor Duque. Esa misma tarde todas las tiendas de la susodicha cadena estaban repletas de este tipo de camisetas, y en las discotecas de las zonas se empezaron a ver laterales de tías y, sorpresa sorpresa, esta no se la esperaba nadie, ¡sujetadores! Se comenta que existen unos cuantos elegidos que han visto molde de chupete, o sea, tetica; espero que podáis ser vosotros uno de los elegidos, amigos lectores.
Desde aquí solo nos queda darle las gracias a este gran hombre, que cada año nos sorprende con alguna prenda de ropa con un poco menos de tela, animo, continua así. Seguro que este tío es el mismo que inventó los leggins, que en invierno el pobre iba un poco falto.
Apunte; la foto es la manga del mar menor, no he podido resistirlo.