Las mallas son elásticas, pero si tienen tallas es por algo.


El otro día fui al gimnasio, para no faltar con la costumbre. Me senté en una bici de las de última fila, porque como bien sabréis, no te puedes fiar nunca de tener gente sentada detrás de ti. Me siento en la bici, y de repente, fue como si lo quitasen todo de alrededor, no veía una poca mierda. Seguidamente un sobresalto, un movimiento extraño, un resquicio de luz, y ahí estaba, el sonido de un elastiquillo rebotando contra una buena chichada. Frente a mí tenia el causante de la falta del todo, un culo del tamaño del imperio romano, con unas mallas que no daban ni para el imperio de los Pinipon. La estrechez de la malla realizaba un efecto succión cual agujero negro hacia la chica, con lo cual la ropa interior de la chica era mas interior que nunca; esto produjo un bucle de sacar braga (por Dios, espero que lo fueran), elastiquillo y volver a sacar braga bastante desagradable; ahora reconozco a la perfección el suelo que rodeaba mi bici, ya que es lo único que pude mirar durante esa hora infernal. Así que ya sabéis chicas, la talla “S” quiere decir “small”, no “sexy”.