Gente caradura: los policías que dirigen el tráfico.


Los ves haciendo su labor, digna de admirar, ¡OH!, míralo, como se juega el tipo, ahí puesto, con su bonito chaleco con brillitos, amarillo chillón, con su grandilocuente pose de autoridad, en medio de ese cruce, coche para aquí, tu para allá, tu te paras, sin mas defensa que su persona; bueno, que su persona y una pipa, que eso también debe hacer mucho, aunque el atropello gratis te lo llevas igualmente.

Esos giros, bailoteos, Dios, que manera de tocar el pito, ese es el sonido que quiero que penetre mis oídos el día que Dios tenga a buen recaudo llevarme al cielo. ¡Este tío podría dirigir el mundo con un pito!

Pues no, es todo una burda mentira, ¿cuanto tiempo más vamos a ser engañados por esta chusma?

Un día pasas por allí, con tiempo para perder, y dices va, voy a ver como lo hacen, quiero que la poesía entre a raudales por mis cubículos oculares. Pues ya te lo digo yo como lo hacen, solo se limitan a embobarte con sus bravuconadas pero realmente… ¡siguen el orden de los semáforos!

Sí, no miremos a otro lado, a eso es a lo que se dedican realmente; el que manda, el que realmente dirige toda la operación no es otro que el trilúcido palo. Así que no dudéis en hacer la prueba, cuando veáis a uno de estos caradura, haced caso del semáforo; si por lo que sea os atropellan, enhorabuena, habéis encontrado un policía trabajador. Eso quiere decir que nunca os van a atropellar.


2 comentarios:

adolph dijo...

si, esta peña por las mañanas se maquillan con cemento armado nen.

Anónimo dijo...

camon everybody singing to the conga...

DAVID

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